Opyos se destila en un alambique de cobre tradicional. Este método permite que los ingredientes de origen local se expresen plenamente durante el proceso de destilación.

Para destilar esta ginebra, primero se necesita un alcohol de base. Para ello se utiliza un alcohol neutro de 96% vol. Es totalmente inodoro e insípido, exactamente lo que se necesita para resaltar los aromas individuales durante la destilación. Este alcohol se vierte en recipientes en los que una parte de la mezcla cuidadosamente equilibrada de ingredientes botánicos se macera durante la noche. De este modo, los distintos aceites, esencias y sabores tienen tiempo suficiente para desarrollarse. El sabor profundo y el cuerpo vivo del producto final se deben a la cantidad superior a la media de ingredientes utilizados en la maceración.

La destilación es la pieza central del proceso. El macerado se calienta lentamente hasta alcanzar la temperatura de ebullición y los primeros vapores de alcohol ascienden por la columna de destilación y reaccionan con el cobre. En este punto, se hace hincapié en la destilación lenta. Aunque esto lleva más tiempo, es un pequeño pero fino detalle de este proceso de producción, que más tarde se hace evidente no sólo en el perfil de sabor, sino también en la sensación en boca de esta ginebra. Tras la destilación, la ginebra se estresa y necesita un poco de reposo. Ahora tiene una media de 86% vol. y se le da un total de ocho semanas para combinar sus diversos sabores y formar un todo. El último paso antes del embotellado es la adición de agua desmineralizada para reducir la ginebra a su graduación de 44% vol.