Pasamos más de dos años. Viajando por el hemisferio norte en busca de inspiración. Recolectando hierbas de crecimiento lento, raíces congeladas permanentemente y plantas atormentadas por el viento. Creando cientos de mezclas, probadas en miles de gin tonics y dry martinis. Finalmente, terminamos con ocho finalistas. Este, el número 6, fue el ganador. Una ginebra londinense artesanal, en lotes pequeños, seca. Destilado con agua de manantial de montaña sin filtrar e ingredientes naturales. Clásico, pero con un toque escandinavo, procedente del liquen de enebro, pino, brezo y barba de anciano.
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